12.7.10

El Control Del Glaucoma En América Latina


El control del glaucoma en América Latina

La población envejece cada día más y la pirámide poblacional es diferente a la de hace 20 años. Todo eso ha causado un cambio en el pensamiento y en el estilo de vida de la gente, así como una mayor prevalencia de enfermedades de la tercera edad, como sucede como el glaucoma, una neuropatía óptica progresiva que puede conducir a ceguera irreversible, pero de la cual no toda la población es consciente.

Sin embargo, el trabajo de la comunidad oftalmológica mundial ha influido de manera notoria para que en la última década, más y más personas indaguen por su salud ocular con preguntas concretas sobre su presión intraocular (PIO), su retina y hasta de su campo visual. Sí, el oftalmólogo sigue interesado en diagnosticar y descartar el glaucoma, pero ahora, más que nunca, es el paciente quien comprende que debe partir de sí mismo no quedarse ciego por tener glaucoma y no haberlo sabido a tiempo.

A continuación, se presenta un informe de la situación actual del control del glaucoma en el mundo con énfasis en América Latina, de acuerdo con las entrevistas que la revista Franja Ocular realizó a expertos de Chile, Costa Rica y Colombia, principalmente.

Prevalencia de la enfermedad

Hacia 2004, el Blindness National Eye Institute (E.U.) calculaba que la ceguera y la baja visión aumentaban con la edad, siendo 7% y 16,7% en los mayores de 80 años. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) presentaba la prevalencia de ceguera mundial por patologías oculares, sin contar con los defectos refractivos así: catarata (47%), glaucoma (12%), degeneración macular (9%), opacidad corneana (5%), retinopatía diabética (5%), ceguera infantil (4%), tracoma (4%), oncocercosis (1%) y otros (13%).

Ya, con datos más recientes, en Chile, de acuerdo con el Boletín de Visión 2020 para Latinoamérica, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) calcula que para el año 2050, la población mayor de 65 años será de 21,6% sin considerar los adelantos médicos.

Este cambio poblacional producirá un incremento de 64% de casos de catarata y 43% de glaucoma, sin tener en cuenta otros factores. Complementamos esta información con los datos del oftalmólogo chileno José Manuel Díaz Pérez, de la Clínica Las Condes de Santiago, dado que para él, entre 2% y 3% de la población del país austral tiene glaucoma.

De otro lado, un estudio de Newton Kara José, MD, mostró las principales causas de ceguera en Brasil en los mayores de 50 años de escasos recursos. De mayor a mayor, se trata de: error refractivo (42,70%), catarata (23,19%), retinopatía diabética (8,29%), glaucoma (5,40%) y degeneración macular (4,02%).

En Colombia, el doctor Fernando Gómez Goyeneche, presidente electo de la Sociedad Colombiana de Oftalmología 2010-2012 y quien dirige el Grupo Colombiano de Trabajo de Glaucoma, considera que entre 3% y 5% de la población tiene glaucoma, aunque esta prevalencia aumenta en algunas regiones geográficas con poblaciones específicas.

La enfermedad

El glaucoma es una patología neurodegenerativa del nervio óptico, caracterizada por la muerte acelerada de células ganglionares retinianas, seguida de pérdida axonal y daño del nervio óptico, para finalizar con la pérdida del campo visual.

En general, hay dos clases de glaucoma: de ángulo abierto (GPAA) y de ángulo cerrado (GAC). El primero es más común entre las razas blanca y negra, presentes en Latinoamérica, mientras que el segundo es más frecuente en Asia. El GPAA no puede evitarse, pero si sus consecuencias con un diagnóstico a tiempo, seguido de una intervención quirúrgica o farmacológica.

Las proyecciones presentadas hacia los años 2001 y 2002 sobre la ceguera que habría en el año 2010, es decir hoy, señalaban que 4,5 millones de personas alrededor del mundo podrían quedar ciegas por GPAA y 3,9 millones más por GPAC. También, que 60,5 millones de personas tendrían glaucoma (44,7 millones con GPAA y 15,7 millones con GPAC).

Además, como el mundo está envejeciendo, este número llegaría a casi 80 millones en el año 2020, es decir en una década. Las mismas proyecciones también señalaban que casi la mitad de la ceguera bilateral por glaucoma sería por GPAC (11,2 millones de personas).

En ese entonces, la Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatizaba en la detección temprana de los ojos con cámaras anteriores de poca profundidad, seguida por el tratamiento quirúrgico a tiempo (iridotomía o iridectomía) que puede prevenir el progreso a GAC. Sin embargo, todo eso podía alcanzarse con un diagnóstico efectivo y a tiempo, al estudiar la presión intraocular, el campo visual y la papila óptica.

Por consiguiente, al buscar glaucomas de ángulo cerrado se estarían haciendo también controles acertados de glaucomas de ángulo abierto.

Evaluación del riesgo

En general, los cambios iniciales en la retina y el nervio óptico son asintomáticos y no pueden detectarse con los métodos de diagnóstico tradicionales. Así las cosas, encontrar signos de la enfermedad, significa que ya hay cierto daño irreversible y cierta evolución de la enfermedad.
Entre más afectado esté el nervio óptico, habrá más pérdida visual hasta llegar a la ceguera. Por lo tanto, el objetivo debe ser detener el avance de la patología en las primeras etapas de la enfermedad, para evitar que la lesión del nervio óptico cause una significativa disminución visual.

Son cinco los factores de riesgo principales de progreso de hipertensión ocular a glaucoma: edad, presión intraocular (PIO), espesor de la córnea central (ECC), relación copa/disco y patrón de desviación estándar del campo visual (PDE)

• Edad: a mayor edad, mayor riesgo de presentar glaucoma, sobre todo de ángulo abierto. En E.U., se cree que ocho de cada cien adultos mayores de 40 años tienen hipertensión ocular. Pero eso no es solo allí, sino que, de acuerdo con Javier Córdoba, oftalmólogo costarricense, la mayoría de los pacientes con glaucoma (30-35% de su práctica diaria) tienen más de 40 años. Por ello, el Grupo de Glaucoma de Costa Rica (liderado por el Dr. Córdoba) quiere formar una asociación de estos pacientes, apoyada con otros profesionales de la salud (médicos generales, internistas, etc.) que atienden muchos adultos mayores y que ende, tienen relaciones estrechas con los glaucomatólogos.

• Presión intraocular: al estudiar 1636 pacientes, sobre el tratamiento de la hipertensión ocular (OHTS, por sus siglas en inglés) después de 60 meses, el valor predictivo de los factores de riesgo asociados con el desarrollo del glaucoma fue 4,4% en un grupo tratado contra la hipertensión ocular y 9,5% en otro grupo sin tratamiento médico; es decir, una reducción de 54% en el riesgo de desarrollar glaucoma con el tratamiento.

El estudio europeo para la prevención del glaucoma (EGPS, por sus siglas en inglés) tuvo otros resultados. Aunque no hubo una diferencia significativa entre el grupo tratado con dorzolamida y el de placebo en cuanto al GPAA, los resultados son compatibles porque la PIO más alta constituye un factor de riesgo de GPAA. Cada milímetro de mercurio de aumento de la PIO se relacionó con un riesgo 18% mayor de desarrollar GPAA.
El ensayo de glaucoma de manifestación temprana (EMGT, por sus siglas en inglés) evaluó el efecto del tratamiento para reducir la PIO sobre el progreso del glaucoma. La PIO media se redujo 25% en el grupo bajo tratamiento, sin cambios en el grupo control. Además, hubo más pacientes con progreso del glaucoma en el grupo control (62% vs. 45%).
Además de la PIO, el EMGT identificó otros factores de riesgo: edad avanzada, exfoliación, bilateralidad y desviación media del campo visual con valores más malos. Los resultados del seguimiento a largo plazo de la cohorte original indican que entre más bajo sea el ECC y la presión de perfusión ocular, hay mayor tendencia al progreso del glaucoma.

• Espesor corneano (ECC): la PIO medida con tonometría de aplanación (Goldmann) puede sobre o subestimarse si las córneas son más gruesas o delgadas del promedio normal.
El OHTS demostró que el ECC es importante para predecir el desarrollo del glaucoma en ojos hipertensos. Cuando es menor que 555 µm, se triplica el riesgo de desarrollar glaucoma con respecto a un ECC mayor que 588 µm. Así, en este estudio, una córnea más delgada en 40 µm tenía 71% de riesgo de desarrollar glaucoma. Los resultados del estudio europeo EGPS se parecieron, pero el porcentaje de riesgo asociado solo fue 32%. Los estudios posteriores confirmaron el aumento en el riesgo de desarrollar glaucoma cuando las córneas son delgadas.

• Relación copa/disco y patrón de desviación estándar del campo visual: el OHTS y el EGPS, entre otros, asociaron la relación vertical copa/disco y el PDE del campo visual con el aumento del riesgo de glaucoma. Existe una discusión al respecto, porque no son factores de riesgo propiamente dichos sino signos de la enfermedad. Como su medición sirve para determinar cuales son los pacientes con más probabilidad de seguir desarrollando la patología, por ello se consideran aquí, dentro de los factores de riesgo del glaucoma.

Logros

De acuerdo con la OMS y la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera, en la última década, en el mundo entero, se han hecho grandes avances para controlar el glaucoma. Por ejemplo, hay varios grupos internacionales de investigación que están estudiando varios aspectos del problema y la celebración del Día Mundial del Glaucoma ha sido una gran oportunidad para educar a la comunidad al respecto.

Los grupos de especialistas de cada país son cada vez más fuertes en conocimientos y en integrantes. Por ejemplo, “el Grupo Colombiano de Trabajo sobre el Glaucoma pasó recientemente de 46 a 50 miembros activos”, señaló el Dr. Gómez Goyeneche.

En Chile, el Dr. José Manuel Díaz Pérez considera que “el control del glaucoma ha avanzado bastante gracias a los esfuerzos locales, los exámenes de detección gratuitos en espacios públicos de las principales ciudades durante la Semana Mundial del Glaucoma y la promoción en los medios de comunicación locales. Además, en el resto del año se hacen brigadas de Oftalmología al norte y al sur del país, por lo menos dos veces al año, cuando se tratan también otras patologías como cataratas”.

Esta política de salud pública también ha dado grandes frutos en Costa Rica, un país con uno de las mejores coberturas en salud de América Latina (Seguridad Social para 94% de la población). Sin embargo, el oftalmólogo especialista en glaucoma, el Dr. Javier Córdoba, es consciente de que “los buenos resultados se deben también al fuerte nivel de alfabetismo de la población y a que el país es relativamente pequeño”.

Franja Ocular halló también grandes avances en el desarrolllo del talento humano y la infraestructura de los países de América Latina. Estas fortalezas se presentarán en la siguiente edición.

Fuente: www.franjapublicaciones.com

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