5.11.12

Baja visión, una enfermedad que preocupa

La Organización Mundial de la Salud anunció que los países desarrollados padecen un 2 % de deficiencias visuales graves.
Una de cada mil personas sufre de baja visión y es así como las entidades que trabajan en la salud decidieron ocuparse en sensibilizar a las personas en este tema.
Así lo explicó Doris García de Botero, directora del Instituto para niños ciegos y sordos (INCS) al establecer que aunque una persona use gafas, no necesariamente quiere decir que no tiene un problema, ya que hay quienes necesitarán una ayuda adicional para poder ver.
Según García “es entender que hay que ayudarlos porque ni clínicamente, ni quirúrgicamente se les puede mejorar su visión porque ya es una ceguera irreversible”, indicó.
El encuentro llevado a cabo por las entidades que trabajan por los problemas de visión realizado en Bucaramanga, creó el Comité Nacional de Baja Visión, liderado por la oftalmóloga, Mariney Rodríguez.

Causas

El primer origen de baja visión es la Toxoplasmosis Ocular, una enfermedad trasmitida por un parásito y se la trasmite la madre al feto en el embarazo.
El segundo es la Retinopatía de la prematuridad y dentro de los adultos tenemos degeneración macular relacionada con la edad y glaucoma.
“En un adulto podemos encontrar personas que no pueden ver televisión porque las imágenes se le borran o no logran ver los rostros de las personas, pacientes que mantienen cambiando de gafas pero que no logran tener una calidad de la imagen”, explicó Rodríguez.
De igual manera, agregó, “En los niños, las mamitas o la gente que tiene el entorno del bebé, pueden notar que tienen un movimiento involuntario de los ojos o que cuando le muestran una luz o un objeto él no le presta la atención al objeto, estos son algunos de los indicadores más comunes de baja visión”.

Consecuencias

Esta condición ocasiona que la calidad de vida cambie y genere dependencia. Las personas con este problema viven en un espacio intermedio, pues ellos no son ciegos ni tampoco con visión normal, generando confusión en su entorno.
Es así que para realizar tareas cotidianas requieren el uso de ayudas ópticas especiales y adaptaciones ambientales.
“El tema de baja visión ha venido tomando una relevancia importante en los últimos años dado que es común en los hogares tener personas que no pueden hacer sus actividades rutinarias”, aseguró el oftalmólogo del Instituto para niños ciegos y sordos, José Antonio Veira.

Áreas a tratar

* Optometría
Evalúa y mide el porcentaje de visión que la persona conserva, determina el área de su visión funcional, para luego calcular y prescribir lentes más ayudas ópticas en visión de lejos y próxima teniendo en cuenta las necesidades del paciente.
* Entrenamiento
Es un conjunto de actividades encaminadas a obtener el máximo aprovechamiento posible del porcentaje de visión que posee una persona con esta enfermedad.
* Estimulación
Son actividades que permiten incitar las funciones ópticas (fijación, seguimiento, rastreo y búsqueda).

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