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El astigmatismo, una condición que no debe preocupar
En general, el astigmatismo es congénito y hereditario.
Martes 10 Nov 2015 | 12:12
Muchas personas no saben que sufren de una deformación de la córnea. A pesar de que suena amenazante, como si una parte importante del ojo fuera defectuosa, no hay motivos para preocuparse. La deformación de la córnea es algo bastante normal. Médicamente, el término para esta alteración en la curvatura de la córnea es astigmatismo.
En general, el astigmatismo es corregido por el óptico cuando hace los anteojos sin que el dueño de los mismos se entere de ello. Sin embargo, si esto no se corrige en las gafas, los afectados no ven con nitidez. Mientras que los miopes ven borroso, cuando hay astigmatismo la imagen se deforma.
Esto se debe a que los rayos de luz que llegan al ojo no se unen en un punto en la retina debido a la diferente curvatura de la retina; esto hace que las imágenes se vean borrosas.
En el astigmatismo, cuando los rayos de luz atraviesan la córnea, se forman dos focos o más, lo que genera una imagen distorsionada. Como, cuando en una feria, uno se para delante de un espejo que alarga la imagen del cuerpo, deformándola.
Algunos especialistas describen la forma de estas córneas como la de una pelota de fútbol americano, más que una esfera. En general, el astigmatismo es congénito y hereditario.
Cuanto más débil es la deformación, menos perciben los afectados problemas al ver. En general, la deformación se percibe recién a partir de un valor de 0,75 dioptrías. Para medir el astigmatismo se usan las dioptrías, al igual que en el caso de miopía e hipermetropía.
Sin embargo, los afectados no deben compensar necesariamente el astigmatismo con anteojos o lentes de contacto. Pero si lo hacen, de seguro verán mejor. Lo más probable es que el oftalmólogo les recete en esos casos unas lentes tóricas.
En general, no son muy baratas. Pero esto es como cuando uno se hace un vestido o traje a medida: cuestan algo más. El astigmatismo también se puede corregir con lentes de contacto, a pesar de que aún sigue muy extendido el rumor de que no son recomendables en el caso de astigmatismo. Esto se debe a que antes no era posible hacer las lentes con tanta precisión.
Hoy día, las cosas son distintas. Cuanto más importante la deformación, más se recomiendan incluso las lentes de contacto. A diferencia de los vidrios de las gafas, que mantienen cierta distancia del ojo, la lente se coloca directamente en el lugar en el que se produce el defecto de visión.
Otra opción es el láser. Es posible emplearlo con hasta cinco dioptrías, aunque no se recomienda a partir de las seis. Además, es posible que después de la operación el astigmatismo "regrese" al menos en parte. La probabilidad es mayor cuanto más importante era la deformación.
Usar lentes de contacto o gafas no corrige ni empeora a la larga el astigmatismo, que suele mantener un nivel relativamente constante a lo largo de la vida. Sin embargo, es posible que haya pequeñas oscilaciones. En caso de que el astigmatismo aumente mucho, hay que sospechar de un queratocono.
El queratocono es una condición poco habitual por la cual la córnea está anormalmente adelgazada y protruye hacia adelante, lo que genera una córnea en forma de cono.
dpa
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