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Óptica

Cómo detener la miopía con lentes de contacto



El doctor e investigador de la Universitat Politècnica de Catalunya Jaume Pauné. EL MUNDO

Tras dos años de investigación y con cinco estudios clínicos detrás como aval, el doctor Jaume Pauné ha desarrollado unas lentillas que frenan en un 43% el avance de este defecto.



La miopía es el defecto de visión más común. Se comienza a desarrollar, de media, en torno a los 9 años y, de hecho, se estima que el 25% de los jóvenes de 13 años son miopes y su desarrollo alcanza al 45% de la población universitaria.Además de influir factores genéticos y ambientales en su inicio y desarrollo, se conoce que existe un fenómeno óptico que actúa de desencadenante para la progresión de la miopía que aumenta el desenfoque. Ante este estímulo, el ojo responde incrementando su tamaño, en el momento que el ojo crece y se alarga, se desarrolla un desenfoque que se convierte en dioptrías. Un fenómeno que, hasta ahora, se ha corregido con gafas o lentes de contacto convencionales.
Así es que el doctor en Optometría y Ciencias de la Visión de la Unviersitat Politècnica de Catalunya -UPC-, Jaume Pauné, ha desarrollado una lente de contacto que detiene hasta un 43% el avance de este defecto de visión.Ya comercializada bajo el nombre de Amiopik, la lente personalizada y progresiva ronda los 400 euros al año, considerando que se reemplaza cada tres meses.
Pauné sostiene que no existe ninguna lente progresiva de tal eficacia en el mundo. «El problema es que las gafas o las lentes de contacto sólo corrigen la visión en el frente, pero la imagen lateral o periférica sigue desenfocada,es decir, en una posición incorrecta. Todo ello estimula el avance de la miopía». Así es que, mientras las lentes de contacto convencionales salvan este defecto modificando el centro de la retina, las creadas por Pauné incluyen también el lateral y, en consecuencia, toda la retina.
El doctor matiza que existen lentes bifocales para corregir este defecto. Explica que constan de un foco central para lejos y un foco anular periférico que actúa sobre la imagen lateral, sin embargo, el experto aclara que son focalizaciones locales y producen visiones nada confortables. «Nuestra innovación consiste en crear una lente progresiva», razona Pauné. Éstas realizan un cambio gradual de potencia desde el centro de la retina hacia los laterales. Esta progresión mantiene la imagen adecuada en toda la retina.
El desarrollo cuenta con una patente y la validación de cinco estudios detrás en el FOOT, el Centro Médico Teknon de Barcelona, y la Universidade do Minho de Portugal.
Éstos han sido llevados a cabo con cien individuos de entre 9 y 17 años y con doble grupo de control: individuos con gafas, con lentes de contacto, con lentillas nocturnas que frenan la miopía y, por último, con la lentilla experimental. Pauné asegura que el número de horas que el usuario transcurre con la lentilla es determinante para detener el avance de la miopía. Es más, en este caso aconseja aumentar el tiempo de uso habitual, de 12 a 16 horas diarias en lentes de contacto hidrofílicas.
Esta nueva lente fue desarrollada con materiales hidrofílicos y gas permeable. Los resultados muestran que, dada su flexibilidad, las primeras presentan una mayor comodidad. No obstante, no permiten el paso del oxígeno a través de la lente, por lo que se debe limitar su uso para oxigenar el ojo. En contraposición las lentes de gas permeable, aunque sí permiten el paso del oxígeno no se llegan a deformar, motivo por el cual aclara el doctor de la UPC que presenta más molestias para el usuario.
Con la validación clínica detrás como diferenciación, estas lentes progresivaspodrían servir de tratamiento preventivo para la ceguera.