¿Sabías que ...
... la luz azul puede resultar perjudicial pero que, al mismo tiempo, resulta imprescindible para la salud?
Durante el cálido verano que se acaba ha resultado vital protegerse de la intensa luz ultravioleta, a causa de la elevada radiación solar. Y no solo es necesario proteger la piel con crema solar, sino también los ojos, por medio de gafas de sol de calidad. Pero lo que no muchos saben es que, incluso en interiores, las fuentes luminosas modernas, como las pantallas de los ordenadores y los smartphones, exponen al ojo a los efectos de la luz azul. Esta potente luz puede resultar nociva para los ojos.
La luz azul visible con una longitud de onda de 460 nanómetros puede dañar el ojo, en caso de una exposición prolongada. Si penetra sin filtro en el ojo durante un largo periodo de tiempo, existe el riesgo de que se produzca una alteración fotoquímica de las células de la retina, que podría provocar degeneración de la mácula. Se denomina mácula al área de la retina que permite ver con mayor nitidez, ya que es donde se encuentra el mayor número de células sensibles a la luz. Los problemas que surjan en esta zona afectarán a funciones visuales importantes como leer o reconocer caras y detalles.
No obstante, la luz azul también tiene un efecto positivo sobre nosotros. En una longitud de onda de más de 460 nanómetros resulta vital para la salud, ya que controla la hormona melatonina y con ello el ritmo diurno y nocturno. En caso de un exceso de esta luz, estaremos indicando al cuerpo que es de día. Por tanto, se recomienda apagar el ordenador bastante antes de irnos a la cama.
De ahí la alta demanda de filtros "inteligentes" que reducen la posible radiación luminosa nociva, sin afectar al espectro luminoso que resulta imprescindible para la salud. Las gafas con un tratamiento especial como ZEISS DuraVision Blue Protect ofrecen justo esto y ayudan así a cuidar la salud ocular a largo plazo
1 de octubre 2015
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