Está claro que con la llegada de los e-books vamos a enfrentarnos a otra transición en la forma de utilizar nuestro sistema visual.
La visión próxima y por declinación la lectura fue en su momento un cambio radical para un sistema visual adaptado durante siglos a trabajar en visión de lejos. Ahora bien, entre todos esos cambios tal vez ninguno haya sido tan radical como pasar de la lectura en papel a la lectura en las pantallas.
Por tanto, la pregunta obvia seria: ¿es que la lectura sobre una pantalla afecta a nuestros ojos?
Los médicos defienden que la lectura en una pantalla no causará ningún daño.
El Dr. Travis Meredith, presidente del departamento de oftalmología de la Universidad de Carolina del Norte, Chapel Hill, defiende que "Sentarse cerca de un televisor o pantalla de ordenador, no es malo para nuestros ojos. Es una variedad de otros factores que pueden causar la fatiga visual».
Por ejemplo, la ergonomía de las pantallas de lectura y la falta de parpadeo cuando se miran, pueden desempeñar un papel importante en la fatiga ocular. "El problema actual con la lectura en las pantallas es que tenemos que ajustar nuestros cuerpos a nuestras pantallas, en lugar de las pantallas a nosotros", dijo el Dr. Meredith.
Sin embargo, en estos mismos momentos está desarrollándose un vivo debate entre los aficionados de e-books y los de libros de papel sobre cuál de los dos soportes de lectura es mejor para los ojos.
La respuesta no es tan sencilla como podríamos llegar a pensar.
Los médicos y los investigadores señalan que en la mayoría de los casos, el papel puede ofrecer una mayor satisfacción visual que una pantalla. Sin embargo, ciertos tipos de papel, incluyendo papel de bajo costo y el papel utilizado para imprimir los libros de tapa blanda, pueden proporcionar una calidad de lectura inferior a la de los medios electrónicos.
Por otro lado, en lo que respecta a los e-books, en la actualidad existen numerosas tecnologías de visualización disponibles en el mercado, desde el blanco y negro del E Ink, el Kindle de Amazon y el Nook de Barnes & Noble, hasta pantallas LCD a todo color como en el iPad de Apple.
Michael Bove, director del Laboratorio de Electrónica de Consumo en el MIT Media Lab, dice que las diferentes pantallas sirven para diferentes propósitos.
"Depende de las circunstancias de visualización, influyendo también el software y la tipografía usados en la pantalla", dijo Bove. "Por ejemplo, E Ink es la mejor solución para leer a la luz del sol, sin embargo en ciertas situaciones, un pedazo de papel puede proporcionar una mejor calidad de visión que el E Ink, y con poca luz, una pantalla LCD puede ser mejor que todas las otras tecnologías".
Volviendo sobre el E Ink, este e-book tiene una relación de contraste muy bajo, a pesar de que pueden ofrecer una excelente experiencia de lectura a la luz del sol, las pantallas, puede resultar incómodas para su uso en entornos oscuros debido a la falta de contraste y luz de fondo en la pantalla.
Las pantallas LCD, mientras tanto, han luchado durante mucho tiempo para ofrecer buenos ángulos de visión para la lectura. El más reciente, el iPad de Apple con pantalla LCD, proporciona ángulos de visión muy amplios, pero el vidrio reflectante con el que está fabricada la pantalla podría ser un obstáculo en situaciones de fuerte iluminación.
El profesor Alan Hedge, director del laboratorio de Human Factors and Ergonomics Universidad de Cornell, opina que la reducción de la fatiga ocular es más una cuestión de realizar pausas cortas cuando se trabaja de forma prolongada sobre una pantalla que de elegir una pantalla específica. "Mientras que usted está leyendo, sus ojos hacen cerca de 10.000 movimientos por hora. Es importante hacer una pausa cada 20 minutos y dejar a sus ojos descansar».
Por otro lado, los fabricantes trabajan en mejorar el rendimiento y el confort de lectura en sus pantallas, de esta manera las pantallas actuales son mucho mejores que las antiguas. Carl Taussig, director del Hewlett-Packard’s Information Surfaces Lab, comenta que la frecuencia de actualización de 120 Hz típica de las pantallas modernas es mucho más rápida que lo que nuestros ojos pueden llegar a ver. Según él, "Los nuevos LCDs no afectan a sus ojos. Hoy en día la actualización de las pantallas se realiza cada ocho milisegundos, mientras que el ojo humano se desplaza a una velocidad de entre 10 y 30 milisegundos."
Igual que se comentaba antes, el Sr. Taussig aconseja elegir el tipo de pantalla que más se adapte al uso que cada persona vaya a hacer de ella. "Yo no creo que exista una única tecnología que sea óptima para todas las cosas que queremos hacer con nuestros dispositivos. Por ejemplo, HP vende 65 millones de dispositivos al año, y todos ellos son utilizados de formas diferentes”.
Fuente: longitudeonda.com
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