Entender cómo procesa un niño la información que percibe con la vista y el oído permite saber de qué forma podrá entender mejor las cosas, que tipo de habilidades son las que le van a fallar y en consecuencia aplicar una terapia que permita anticiparse y corregir posibles problemas de aprendizaje.
Es una de las conclusiones que se han dado a conocer en "II congreso de optometría comportamental y del desarrollo" que se ha celebrado este fin de semana en Pollença y que ha contado con la asistencia de especialistas internacionales en la materia.
Según ha informado en un comunicado la Sociedad Internacional de Optometría del Desarrollo y del Comportamiento (Siodec), organizadora del acto, esta disciplina mejora las capacidades neurológicas de las personas con dificultades de aprendizaje a través de la visión, por ser una importante puerta de acceso al cerebro.
El congreso ha dado a conocer los avances en el tratamiento de los problemas de aprendizaje y del desarrollo a través de la visión y la audición, con la exposición científica de trabajos y casos clínicos.
En su intervención ante el congreso, Pérez explicó que los niños procesan de forma global o de forma secuencial: en el primer caso resuelven mejor los problemas integrando y sintetizando mentalmente muchas piezas paralelas de información a la vez; y en la forma secuencial fracciona la información en pequeñas partes, en un orden consecutivo y lineal para darle sentido a las partes y al todo.
El procesamiento secuencial es importante en el aprendizaje y retención de hechos aritméticos básicos, la resolución de problemas matemáticos, la memorización de letras o listas de palabras, o para aprender reglas gramaticales y hechos cronológicos; pero también provoca dificultades para reconocer las palabras de forma visual, utilizar mapas o diagramas y en la habilidad para sintetizar.
En el caso del procesamiento global, facilita el reconocimiento de la forma y apariencia de las letras y números, la interpretación de mapas, la comprensión global de textos y la habilidad para sintetizar, comparar y evaluar; pero dificulta la decodificación lectora, interpretar partes de dibujos y diseños, la comprensión de las reglas de un juego o el recuerdo de detalles específicos.
En opinión de Pérez, sabiendo de qué manera procesa un niño la información se sabrá cómo va a entender mejor las cosas, será más fácil llegar a él y saber en qué va a fallar. Posteriormente, hay muchos procedimientos de terapia visual que permiten trabajar en una u otra forma de procesamiento para mejorarla.
La conferenciante inaugural del congreso fue la neuróloga estadounidense Susan Barry, especialista en neuroplasticidad y autora "Fixing My Gaze", donde relata su propia experiencia y corrige la teoría vigente hasta ahora de que la plasticidad cerebral en el sistema binocular solo se da en la infancia.
La especialista presentaba estrabismo desde pequeña, por lo que tenía visión estereoscópica o tridimensional, y le dijeron que nunca sería capaz de ver en tres dimensiones ya que, en teoría, había su cerebro había perdido su plasticidad.
Comenzó un programa de terapia visual optométrica comportamental y, a día de hoy, ha conseguido ver con sus dos ojos simultáneamente y ver la profundidad. Esta experiencia le ha llevado a reexaminar la plasticidad neuronal de la visión binocular en adultos y su rehabilitación.
Fuente: www.abc.es
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