28.5.10

¿Cómo detectar problemas de visión en el bebé?

Si bien los posibles problemas visuales que pueden llegar a presentar los niños en sus primeros años de vida suelen ser difíciles de detectar a simple vista, lo cierto es que como padres debemos estar atentos a las indicaciones y síntomas que nos pueden dar un indicio de que nuestro hijo tiene algún inconveniente en su visión.

Mientras el niño es muy pequeño, la detección de anomalías en la vista es casi imposible, ya que no pueden expresar por sí mismos cómo es su percepción de la realidad. Luego, con los años, también puede suceder que el pequeño crea que posee una visión normal aunque no sea así, ya que no tiene parámetros para comparar su capacidad visual con la del resto de personas.

Por ello, es fundamental que los padres nos mantengamos atentos y observemos los ojos de nuestros niños, con el fin de hallar algún posible defecto, que con los años puede provocar al pequeño diferentes trastornos visuales crónicos y más graves.

De acuerdo con la opinión de los especialistas, lo ideal es que los padres realicen una observación periódica de los ojos de sus hijos desde el nacimiento, y poner mayor atención a la aparición de síntomas en diversas etapas de la vida del niño, profundizando cuando comienza el período escolar, precisamente el momento en el que podremos detectar inconvenientes con la lectura y la escritura, que pueden estar originados por un trastorno visual.

Los especialistas aconsejan observar a los niños durante su desenvolvimiento en diversas actividades, que por lo general requieren un mayor uso de la vista, como, por ejemplo, cuando juegan, dibujan, escriben o leen.

Para que puedas detectar si tu hijo padece algún defecto en su capacidad de visión, a continuación te acercamos los síntomas más frecuentes que suelen presentarse en las diferentes etapas de crecimiento del niño.

Síntomas que pueden presentarse siendo bebé
  • Falta de enfoque en la mirada
  • No puede seguir un rostro con sus ojos
  • Produce movimientos extraños con sus ojos
  • Falta de alineación de los ojos
  • Gran sensibilidad a la luz
  • Presentación de párpado caído
  • Suele frotarse frecuentemente los ojos
  • Temblor en los ojos
  • Pupilas con anomalías, es decir, que se ven nubladas, opacas o muestran un tamaño diferente entre sí
Síntomas que pueden presentarse siendo un niño

  • Frecuentes tropiezos al andar
  • Puede torcer o desviar uno o ambos ojos
  • Se queja de tener una visión borrosa
  • Suele frotarse los ojos
  • Se acerca demasiado al televisor
  • Guiña un ojo
  • Entrecierra los ojos
  • Suele quejarse de dolores de cabeza
Síntomas que pueden presentarse al comenzar a leer y escribir (entre los 4 y 6 años)

  • Suele acercarse mucho al papel
  • Tiene dificultades para comprender lo que lee
  • Tuerce la cabeza cuando lee o escribe
  • Expresa que tiene los ojos cansados durante la lectura o la escritura
  • Se queja de los problemas que tiene para visualizar lo que lee
  • Suele confundir letras y palabras frecuentemente
  • Se presentan problemas para copiar lo que está escrito en la pizarra
  • Si hemos detectado cualquiera de estos síntomas, lo que debemos hacer es realizar la consulta médica con el pediatra, para que evalúe la posibilidad de realizar algún estudios oftalmológico o la pronta visita al oculista.

Por otra parte, los especialistas aconsejan que, independientemente de la presencia o no de los síntomas, los bebés que hayan nacido en embarazos delicados, con partos complicados, con bajo peso, con antecedentes familiares de problemas visuales, que hayan sufrido enfermedades graves durante su primer año o hayan sido víctimas de un accidente, deben ser evaluados en estudios oftalmológicos en visitas programadas a los 6 meses, a los 18 meses y a los 3 años, con el fin de prevenir cualquier defecto visual.

Fuente: wwww.pequelia.es

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