Departamento Editorial
Franja Publicaciones Ltda.
Lo que espera toda persona al visitar al oftalmólogo, es un comportamiento concentrado en su salud ocular y visual con el objetivo de mantener su bienestar y prevenir la ceguera. Sin embargo, existen algunos factores que desdibujan esta intención del oftalmólogo quien tiene en cuenta otros factores, por lo general de índole económica, como ocurre con los estímulos por la prescripción o recomendación.
Si bien la visita médica ha sido una actividad cotidiana y necesaria dentro de la labor diaria, en algún momento fue modificándose para diferenciarse de la competencia.
Al principio, por iniciativa del visitador, se intentó un mayor acercamiento con la secretaria o asistente, así que además de un excelente trato, venía un regalito o un detallito, para tratar de disminuir el tiempo de espera para conversar con el especialista.
Algo similar sucedía con el médico, el visitador intentaba llevar algo más que la literatura respectiva a su producto. En un principio, la muestra médica era suficiente, pero poco a poco esta tendencia se fue modificando hasta convertirse en la principal estrategia de una importante cantidad de empresas y laboratorios farmacéuticos con el objetivo de obtener la recomendación y prescripción de sus productos.
Hábitos que toman fuerza
En América Latina, la iniciativa de algunos visitadores se convirtió en una poderosa estrategia. Los detallitos cambiaron en frecuencia y calidad.
De pequeños elementos consentidores se pasó a lograr el estímulo que asegurara la recomendación de su producto y la recordación de la marca. Y por mucho tiempo, el oftalmólogo o sus asistentes recibieron desde una libreta hasta viajes, equipos de diagnóstico, computadores, cuadros originales o copias, incluso dinero en efectivo, porcentajes por productos formulados y una cantidad de prebendas/dádivas que aseguraban la prescripción de un producto o marca específica, que con frecuencia eran llamativas no solo para la secretaria y asesores, sino para el médico.
El hábito tomó tanta fuerza que algunos especialistas fueron exigentes con los visitadores médicos y hasta filtraron su acceso de acuerdo con los estímulos y establecieron su relación con base en los estímulos y no en la calidad del producto.
Incluso, grandes clínicas que reciben una frecuente oferta de estímulos inclinan la balanza hacia un producto u otro, según la calidad y frecuencia del estímulo.
Al momento de redactar este artículo, la mayoría de países viven aún con furor la estrategia y la industria ya no sabe qué inventarse para superar su propia estrategia.
La estrategia tuvo un efecto boomerang, no solo porque cada vez hay más dependencia del estímulo y aunque el proveedor
no la quiera usar, prácticamente se ve obligado a hacerla. Si bien ha permitido ganar clientes, no genera fidelidad, porque fácilmente esta misma clientela se va a otra parte cuando aparece una idea parecida o mejor. Así las cosas, parece que el principal objetivo de una prescripción no es el bienestar del paciente, sino el interés personal del especialista o asesor.
De tal forma que muchas empresas de la industria farmacéutica deben invertir importantes sumas de dinero en estrategias de estímulos, antes que organizar su operación, mejorar su servicio y evolucionar su tecnología. Como lo dice el popular adagio, víctimas de su propio invento.
La OMS
La evolución y crecimiento de la estrategia fue tan importante que la misma Organización Mundial de la Salud (OMS) en conjunto de la Asociación Médica Mundial manifestó su preocupación sobre el tema y propuso una regulación, advirtiendo que de seguir así, "se generaría un gran colapso entre la industria y los especialistas de la salud, porque se está afectando la autonomía del profesional", algo gravísimo, que notan los pacientes hasta el punto de llegar a desconfiar de los médicos.
Por eso, algunos países han tomado cartas en el asunto. Por ejemplo, en España entró en vigencia el Real Decreto-Ley 9/2011, del 19 de agosto de 2011, de medidas para la mejora de la calidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud, en el cual se obliga a generalizar la prescripción por principio activo (PPA) y que solo en determinados casos habrá excepciones.
Así mismo, en Colombia se aprobó la Ley 1438 del 19 de enero de 2011 para reformar el Sistema General de Seguridad Social en Salud (SGSSS) con el fin de mejorar las condiciones de salud de los ciudadanos.
La nueva Ley abarca muchos aspectos de la calidad de la atención en Salud, con un artículo específico para controlar el problema de los estímulos. Así, el Artículo 106 dice: "queda expresamente prohibida la promoción u otorgamiento de cualquier tipo de prebendas, dádivas, a trabajadores de las entidades del SGSSS y trabajadores independientes, sean estas en dinero o en especie, por parte de las Entidades Promotoras de Salud, Instituciones Prestadoras de Salud, empresas productoras, distribuidoras, comercializadoras u otros, de medicamentos, insumos dispositivos y equipos".
El Parágrafo 1 señala que las instituciones que incumplan, serán sancionadas con multas que van de 100 a 500 salarios mensuales mínimos legales vigentes y en caso de reincidir, la multa será duplicada.
El Parágrafo 2 indica que los trabajadores de las entidades que reciban este tipo de prebendas o dádivas, serán investigados por las autoridades competentes.
La realidad de las dádivas
Franja Ocular decidió profundizar en todo el continente acerca de las prebendas económicas que se reciben en el sector de la Oftalmología por la prescripción y venta de productos específicos, con énfasis en medicamentos, lentes e insumos para cirugía ocular.
La primera consecuencia encontrada es el deterioro de la profesión y la pérdida de la ética. Algunos oftalmólogos se ven obligados a prescribir ciertos medicamentos porque son invitados por el laboratorio farmacéutico a un congreso, a cenar, a una reunión, en fin…
Incluso, algunos profesionales contratan a su personal por salarios que en muchos casos son injustos, con la excusa de que se puede mejorar con la venta o adaptación de ciertos productos recomendados, aunque esto es más notorio cuando el oftalmólogo tiene óptica.
"Aunque gano menos del salario mínimo, con la excusa de que no trabajo todas las horas que dice la ley, porque el doctor no abre el consultorio todos los días, puedo mejorar mis ingresos con recomendación y venta de algunos productos para los ojos, pues recibo comisiones directamente de algunos laboratorios por vender su producto," explicó la secretaria de un oftalmólogo que no puede atender su consultorio particular todos los días porque trabaja en varias partes.
Por otro lado, hay especialistas que prescriben determinadas marcas solo porque el fabricante del producto patrocina económicamente sus congresos y viajes al exterior, sus hobbys, etc.
"En nuestro sector y con la complacencia de muchos gestores del mismo, se vienen aplicando prácticas basadas en prebendas o dádivas, tales como: entrega de dinero en efectivo o su equivalente en bonos, financiación de viajes, accesorios y cualquier tipo de regalos," afirmó Orlando Costa Amastha, Director Ejecutivo de Labocosta S.A.S.
El paciente frente a las prebendas
Es curioso y triste analizar cómo se desmorona el sueño del joven médico en algún momento porque debe cambiar su pensamiento de buscar lo mejor para el paciente por buscar lo mejor para sí mismo. Esto sucede precisamente cuando el especialista deja de prescribir el medicamento que mejor se ajusta a las condiciones del paciente, por ofrecer uno de alguna compañía con la que tiene algún compromiso en especial.
Y bien vale la pena que usted se pregunte, ¿qué tanta influencia tienen los estímulos a la hora de recomendar un lente intraocular o un fármaco? ¿Realmente está prestando un servicio eficaz y de calidad? ¿Está concentrado en el bienestar de sus pacientes que finalmente son sus clientes? Al fin y al cabo, todos seremos pacientes de algún especialista y lo mínimo que esperamos es el mismo comportamiento que nosotros hemos tenido con los nuestros.
Quizá esta situación esté haciendo su aporte a la crisis que vive la salud general y la salud visual, esa crisis de credibilidad en el médico, que ha tomado tanta fuerza que muchas personas buscan alternativas diferentes para mantener su salud.
Para la muestra un botón. En alguna ocasión, Franja Ocular recibió una denuncia formal por parte de la industria farmacéutica, porque existen en el continente clínicas y centros hospitalarios que no permiten la entrada del visitador sino lleva algún obsequio o regalo para la institución. ¿Qué tanta credibilidad tiene un especialista que trabaja o es dueño de una institución que trabaje con este pensamiento?
Sin duda, la recepción de prebendas/dádivas a cambio de una prescripción es una práctica común en el mundo que ha generado un efecto preocupante, por eso esta estrategia según la nueva Ley en Colombia es considerada ilegal, en un momento en el que la medicina tradicional ha perdido credibilidad.
Las agremiaciones
Sin duda, las agremiaciones médicas ya se han pronunciado. Por eso, nos contactamos con el psiquiatra Rodrigo Córdoba
Rojas, MD, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas (ACSC), quien nos comentó que desde el punto de vista clínico, la nueva Ley no afecta el desarrollo del sector, aunque tampoco cree que fue necesario implementar
el Artículo 106, "porque se pone en duda la autonomía médica, la educación médica continua y la investigación de todos los especialistas del sector salud". Así mismo, Córdoba agregó que la implementación del Artículo 106 no perjudica la relación del especialista con la industria, pues los especialistas son verdaderos profesionales y siempre han considerado en ofrecerle a su paciente lo que necesita, no aquello que la industria le recomienda o le impone, como se ha llegado a pensar en muchos casos.
En este orden de ideas, Franja Ocular se contactó con el oftalmólogo Fernando Gómez Goyeneche, MD, actual presidente de la Sociedad Colombiana de Oftalmología. El Dr. Gómez afirmó que desde la junta directiva de la Sociedad están trabajando de la mano con la ACSC para la regulación de esta nueva ley, incluyendo el Artículo 106, siempre pensado en el futuro y en el bienestar de la Oftalmología colombiana, por supuesto, sin olvidarse del paciente que visita el consultorio del especialista en búsqueda de alguna solución.
Aunque Franja Ocular se comunicó con diferentes laboratorios farmacéuticos y casas comerciales del sector para preguntarles acerca de la nueva norma con respecto a las prebendas/ dádivas, éstas por diferentes motivos no contestaron al llamado y aunque están preocupados, están esperando los decretos reglamentarios de la nueva Ley para establecer sus nuevas estrategias de trabajo con los médicos.
Conclusiones
Con seguridad, usted en alguna ocasión ha disfrutado de las atenciones de la industria y ha mantenido su criterio profesional intacto. Le invitamos a que siga trabajando así.
Si no se tratara de un asunto tan sensible, no se estaría trabajando en muchas partes del mundo y al mismo tiempo, en nuevas estrategias para corregir los errores del pasado y para que los médicos no pierdan su horizonte, es decir el bienestar de la población.
Por eso, la Ley colombiana es una excelente iniciativa que no solo se multiplicará en muchos países, sino que también le permitirá a la industria mirar a su interior y mejorar en muchos aspectos, incluyendo el desarrollo y propuesta de estrategias que sin afectar el objetivo común inviten al profesional a inclinarse por su producto.
Aunque ya ha pasado casi un año desde la aprobación de la Ley 1438, en el momento de la creación de este artículo, no todos los artículos de la nueva norma se han reglamentado. El Grupo Franja y Franja Ocular le estarán informando acerca de la implementación de todos los puntos de la Ley.
14.12.11
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